viernes, 26 de octubre de 2012

A vueltas con el cáncer, la insulina y la Dieta Paleo.

Hoy es un día alegre en este blog: hemos superado las diez mil visitas. Si a éstas unimos las del blog de recetas paleo y las de eating-paleo, resulta que alcazamos las veinte mil visitas. Sé que hay blogs con milllones de visitas, pero alcanzar estas cifras para un blog que ha empezado desde cero sin ningún tipo de apoyo son algo para celebrar.

Bueno, y ahora vamos a lo importante.


En la entrada anterior comentábamos cómo podemos hacerle la vida más difícil a las células cancerígenas símplemente negándoles la glucosa que necesitan para alimentarse. Pues bien, hay algo más que podemos hacer para debilitarlas.

La insulina es un factor importante en el crecimiento de los tumores cancerígenos (por ejemplo http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20663687) así como en las estrategias de estas células para resistirse a la quimioterapia http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21513489 .

Es decir, aparte de que la glucosa por sí sola es "peligrosa" en el sentido de que alimenta a las células cancerosas, la insulina por otro lado resulta ser un factor importante tanto en el crecimiento de los tumores como en la resistencia de éstos tumores ante los medicamentos anticancerígenos. A lo mejor estos hechos coadyuvan a que las personas con hiperglucemia tenga más posiblidades de sufrir cáncer y menos posiblididades de superarlo.

¿Qué podemos hacer? completar la estrategia de reducción de la ingestión de glucosa intentando ingerir la menor cantidad de alimentos insulinémicos. Me explico.

Al ingerir un alimento pasan dos cosas en relación con lo que estamos tratando:
  1. Si lleva carbohidratos, azúcar, harinas, etc, estos carbohidratos se convertirán en glucosa que pasará al torrente sanguíneo. Esta glucosa hará que suba la insulina.
  2. El alimento que ingerimos no tiene azúcar ni harina o tiene muy poca cantidad pero tiene, per se, por sí mismo, capacidad de elevar la insulina, es el caso de la proteína de suero de leche.
Como ya sabemos qué tenemos que hacer con los alimentos que tienen una alta carga de glucosa nos centraremos en los otros, en los que elevan la insulina de forma sibilina.

No he encontrado una fuente completa y exhaustiva sobre la capacidad insulinémica de los alimentos. La mejor que he visto es la siguiente: Capacidad insulinémica de distintos alimentos .

En esta lista, y tomando como referencia el pan blanco (sí, uno de los alimentos que, además de ir cargados de glucosa, más elevan la insulina) vemos algunos aspectos que sería provechoso mencionar:

  • El alimento que más eleva la insulina son las gominolas y los guisantes cocidos. Es algo a destacar en cuanto a los guisantes: su carga glucémica no es excesivamente alta, pero sí su capacidad insulinémica.
  • Otros alimentos que también elevan la insulina más que el pan blanco son las patatas y las barritas Mars. El arroz estaría casi a la altura del pan blanco.
  • Especial mención merece el yogurt. Aunque en esta lista aparece con un poder insulinémico inferior al pan, en esta otra http://www.netintegratori.it/marco-neri/?a=differenza-tra-indice-glicemico-e-carico-glicemico-sullo-stimolo-dell'insulina se le da un nivel no sólo superior al pan, sino incluso superior a la barritas Mars.
La razón de la capacidad insulinémica del yogur debe buscarse en la gran cantidad de proteínas de suero de leche que contiene, proteínas que son muy insulinémicas. El queso, al eliminarse durante su elaboración la mayor parte del suero tiene un poder insulinémico muy marcadamente inferior http://en.wikipedia.org/wiki/Insulin_index. Por cierto, el requesón se elabora a partir de las proteínas del suero coagulándolas mediante el calor.

Aparte de estos alimentos se nos cuela silenciosamente, como siempre, un viejo conocido: la fructosa (http://ajcn.nutrition.org/content/45/3/580.full.pdf), y es que no se sabe aún los mecanismos, pero la fructosa también eleva los niveles de insulina en sangre.

Resumiendo, la insulina (un nivel elevado de la misma) permite a las células cancerígenas no ya solo crecer, sino que es parte importante en su estrategia de resistencia a la quimioterapia. Ante esta situación lo que parece dictar la razón es que deberíamos procurar tener unos niveles de insulina bajos, para lo cual es necesario no solo reducir la ingesta de carbohidratos, sino reducir la ingesta de alimentos altamente insulinémicos.

Saludos.

lunes, 15 de octubre de 2012

Cáncer, insulina y dieta paleo.

Todas las células del cuerpo están programadas para, en un momento dado, suicidarse. Sin embargo, por causas que no están claras, algunas veces no se suicidan y, además, empiezan a hacer cosas para las que no están programadas: reproducirse a una velocidad superior a la normal (sus "hijas" tampoco están programadas para morir) y otras cosas igual de indeseables.

Acaba de nacer un cáncer.

Otra de las características de estas células es que, en la gran mayoría de los casos, sólo se alimentan de glucosa. Veamos la importancia que tiene este hecho. Todas las células del cuerpo (salvo las neuronas y alguna más) pueden alimentarse tanto de glucosa como de ácidos grasos, es decir, cuando el organismo no tiene una suficiente cantidad de glucosa las células se alimentan directamente de grasa, pero las células cancerígenas no.

¿Y cuál es la sustancia fundamental que permite a las células alimentarse de glucosa? Sí, es la insulina. Es decir, si no hay insulina, las células (incluidas las cancerígenas) no pueden utilizar la glucosa para alimentarse.

¿A qué nos lleva todo esto? A que cuando tenemos niveles altos de insulina en sangre estamos alimentando directamente a las células cancerígenas. Y ¿cuándo están altos los niveles de insulina? cuando comemos hidratos de carbono, es decir, al comer hidratos de carbono elevamos la insulina y permitimos a las células cancerígenas alimentarse perfectamente.

¿Cuál es la alternativa? Como puedes imaginar, alimentarse con una dieta baja en carbohidratos que mantenga la insulina lo más baja posible y esa dieta, como no podía ser de otra forma, es la dieta paleo.

¿Significa eso que si te alimentas al estilo paleo no vas a sufrir cáncer? No, las causas del cáncer no es la ingesta de carbohidratos.

¿Entonces, para qué sirve la dieta baja en hidratos de carbono con respecto al cáncer? Para que las células cancerígenas encuentren grandes dificultades para alimentarse y reproducirse mientras que el resto del organismo está perfectamente nutrido, de tal forma que la agresividad del cáncer sea menor. Con esta alimentación la terapia anticancerígena tendrá más probabilidades de ganar la batalla a la enfermedad y el enfermo ganará lo que todo enfermo de cáncer necesita: tiempo.

viernes, 12 de octubre de 2012

Un gran alimento paleo... (secreto).


Hay un alimento bastante denostado en la actualidad que tiene unas propiedades increíbles.

En primer lugar, no tiene ni un miligramo de hidratos de carbono, lo que no es poca ventaja.

En segundo lugar, tiene una cierta capacidad antiinflamatoria, cualidad bastante importante.

En tercer lugar, contiene un  31% de lípidos y de ellos un 45% es ácido oléico (sí, como el del aceite de oliva virgen extra, quien por cierto tiene entre un 55 y un 70% de ácido oléico).

En cuarto lugar, contiene un 61% de proteína de altísima calidad, destacando su contenido en glicina, prolina (ver la importancia de estos aminoácidos en http://midietanatural.blogspot.com.es/2012/04/un-super-alimento-paleo.html), y atesorado a la vez cantidades muy respetables de todos los demás aminoácidos, tanto esenciales como no esenciales.

En quinto lugar  y haciendo referencia a las vitaminas, es una magnífica fuente de colina (http://midietanatural.blogspot.com.es/2012/04/paleo-dieta-e-higado-graso.html) y además contiene una gran cantidad de riboflavina, ácido pantoteico, vitamina B12 y de niacina, así como cantidades interesantes de tiamina, vitamina E, vitamina B6 y hasta vitamina C.

En sexto lugar, cien gramos de este alimento nos proporcionan el 59% de nuestras necesidades diarias de selenio.


Es decir, tenemos a nuestra disposición un alimento rico en proteínas de alta calidad, rico en ácido oléico, con propiedades antiinflamatorias, sin carbohidratos, que es una de las mejores fuentes de colina, prolina y glicina, rico en selenio y, además, barato.

¿Cuál es éste alimento?

Pues no es otro que las humildes y despreciadas cortezas de cerdo, también llamadas morros de cerdo o, en algunos lugares, chicharrones. Sí, este es el alimento "secreto" que todo buen amante de la comida paleo debe de tener en su casa y usar como aperitivo o para comer entre horas. Yo lo hago y te recomiendo que tú también lo hagas.

Ojo, estamos hablando de cortezas fritas de cerdo, no de esas cortezas de trigo que se venden como de cerdo. Cuando vayas a adquirirlas, asegúrate de que entre sus ingredientes sólo aparece corteza de cerdo y grasa o manteca, nunca otro tipo de grasa para freír.

Un saludo.

viernes, 5 de octubre de 2012

Huevos, colesterol y resistencia a la insulina.

Aunque cada vez somos más los que creemos que el huevo poco tiene que ver con el nivel de colesterol LDL (malo) en sangre, siempre es una buena noticia el encontrar estudios como el siguiente, aparecido en la revista  Metabolism en su número del 26 de septiembre.

En concreto se trata de un estudio llevado a cabo por C.N. Blesso y otros investigadores del Departament of Nutritional Sciences, University of Connecticut, Storrs, USA, en el que se estudia cómo afecta a personas con síndrome metabólico la ingestad de huevos.

Tomaron dos grupos de pacientes con síndrome metabólico y a ambos les proporcionaron una dieta baja en carbohidratos que contenía tres huevos diarios. La mitad de los enfermos ingirieron los huevos enteros y la otra mitad el equivalente a tres huevos sin yema.

Tras estas doce semanas los investigadores encontraron que ambos grupos no sólo habían reducido sus niveles de dislipemia aterogénica (la que da problemas cadiovasculares), sino que había mejorado su perfir lipídico en cuanto a que tenían mayor cantidad de colesterol HDL (bueno) y que el colesterol LDL que presentaban era LDL de partículas grandes (recordemos que el LDL es malo cuando sus partículas son pequeñas, como ocurre con la ingesta de carbohidratos y fructosa).

Pero lo más curioso no es ésto, sino que la mejoría en el perfil lipídico aterogénico había sido mayor en... sí, aquellos que habían tomado los huevos enteros.

Las conclusiones del estudio no pueden ser más claras, y cito: "Incorporar la ingesta de huevos enteros en una dieta moderadamente restrictiva en carbohidratos proporciona mayores mejoras en el perfil lipoproteínico aterogénico y en la resistencia a la insulina en individuos con Síndrome Metabólico"

Para toda persona que sigua la dieta paleo esta no es sino una magnífica noticia que nos reafirma en nuestra opción de vida.

Saludos.